El ojo seco es una afección muy común que consiste en la escasez o baja calidad de la lágrima lo que provoca una inflación de la superficie del ojo.
La causa más común es la alteración hormonal que provoca un mal funcionamiento de las glándulas lagrimales, pero también lo es el envejecimiento.
Antes de usar algún tipo de tratamiento consulta a tu óptico optometrista que te aconsejará sobre el más adecuado según sea tu caso.
El ojo seco es una condición ocular que consiste en la escasez de lágrima y/o en el deterioro de su calidad, lo que provoca una inflamación de la superficie del ojo.
EL OJO SECO ES UNA AFECCIÓN MUY COMÚN
Cuando nuestra lágrima no puede lubricar los ojos de forma adecuada por no producir una cantidad suficiente o por ser de baja calidad, provoca en quienes lo padecen, escozor, quemazón, sensibilidad a la luz, sensación de arenilla e incluso visión borrosa; y en algunos casos, fluctuación de la agudeza visual.
Es una patología que suele afectar a los dos ojos y se da más frecuentemente en mujeres que en hombres, siendo una de sus principales causas los cambios hormonales que estas sufren.
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?
Existen múltiples factores aunque, como ya hemos mencionado, la causa más común es la alteración hormonal que provoca un mal funcionamiento de las glándulas lagrimales, pero también lo es el envejecimiento.
Además, determinadas enfermedades sistémicas, tales como diabetes, trastornos relacionados con la glándula tiroides, lupus, artritis reumatoide y Síndrome de Sjögren, contribuyen a la aparición de problemas de ojo seco.
Sin embargo, hay otras causas externas o hábitos que también pueden originarlo como:
Volar frecuentemente. El aire de las cabinas es sumamente seco por lo que puede provocar este tipo de afecciones en quienes vuelan con mucha frecuencia.
Uso prolongado de pantallas. Tendemos a parpadear con menos frecuencia y con menor profundidad cuando usamos dispositivos digitales, lo que lleva a una mayor evaporación de la lágrima y a tener síntomas de ojo seco.
Ambientes secos. En interiores, debido al uso de aire acondicionado, ventiladores o determinados sistemas de calefacción que reducen la humedad ambiental. Y en exteriores, debido a climas muy áridos o condiciones ventosas.
Fumar. Que además de otros muchos problemas de salud, puede ser la causa de sufrir ojo seco.
Algunos medicamentos. Por ejemplo, antihistamínicos, antidepresivos, determinados fármacos para la presión arterial… puede tener efectos secundarios que afecten a las glándulas lagrimales.
¿QUÉ TRATAMIENTO ES EL MÁS ADECUADO?
Antes de usar ningún tipo de tratamiento consúltanos y te aconsejaremos sobre el más adecuado según sea tu caso.
Cuando se trata de síntomas ocasionales o leves, las lágrimas artificiales y algunas pequeñas modificaciones de la conducta (descansos frecuentes al trabajar con pantallas, por ejemplo) pueden reducir de forma significativa los síntomas.
En otros casos, en los que exista una mayor irritación y la inflamación del ojo persista, será el profesional de la visión quién pueda recomendar medicamentos oftálmicos específicos para su tratamiento.
¡Ven a vernos! si necesitas ampliar esta o cualquier otra información referente a tu salud visual.